Esta crema es una explosión de sabor. La dulzura de la zanahoria se potencia con el toque picante y fresco del jengibre, mientras que los garbanzos asados le dan un ‘punch’ crujiente que la hace adictiva. Es un plato reconfortante y lleno de vitaminas.
Ingredientes
- 500g de zanahorias
- 1 cebolla mediana
- 2 cm de jengibre fresco
- 1 litro de caldo de verduras
- 200g de garbanzos cocidos
- Aceite de oliva virgen extra
- Comino en polvo
- Sal y pimienta
Preparación
Empieza pelando y picando la cebolla y el jengibre. En una olla con un chorrito de aceite de oliva, sofríe la cebolla hasta que esté transparente. Añade el jengibre rallado y sofríe un par de minutos más.
Incorpora las zanahorias peladas y troceadas, y remueve. Cubre con el caldo de verduras y cocina a fuego medio hasta que las zanahorias estén muy blandas. Mientras, precalienta el horno a 200°C. Seca bien los garbanzos, mézclalos con aceite, sal y comino, y tuéstalos en una bandeja hasta que estén dorados y crujientes.
Cuando las zanahorias estén listas, tritura la crema con una batidora de mano hasta conseguir una textura fina. Sirve la crema caliente y decora con los garbanzos crujientes por encima.
2. Crema de Calabacín y Queso de Cabra con Tomates Secos
Una combinación clásica y ganadora. La suavidad del calabacín se realza con el sabor potente y ligeramente ácido del queso de cabra.
Los tomates secos, rehidratados en aceite, aportan un contraste dulce y una textura masticable que convierte la crema en un plato mucho más interesante.

Ingredientes
- 2 calabacines grandes
- 1 puerro
- 1 patata pequeña
- 50g de queso de cabra en rulo
- 50g de tomates secos en aceite
- 750ml de caldo de pollo o agua
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra
Preparación
Lava y trocea los calabacines, el puerro (solo la parte blanca) y la patata. En una olla, sofríe el puerro con un poco de aceite de oliva. Añade el calabacín y la patata y sofríe unos minutos.
Cubre con el caldo de pollo o agua y cocina a fuego medio hasta que las verduras estén tiernas. Mientras, pica finamente los tomates secos. Cuando las verduras estén cocidas, retira la olla del fuego, añade el queso de cabra y tritura todo con la batidora de mano hasta que no queden grumos.
Salpimenta al gusto. Sirve la crema caliente o tibia y decora con los tomates secos picados por encima.
3. Crema de Remolacha y Yogur con Pistachos
Esta crema no solo es deliciosa, sino también visualmente espectacular. El vibrante color de la remolacha llama la atención de inmediato, y su sabor terroso se equilibra perfectamente con la acidez del yogur griego.

Ingredientes
- 2 calabacines grandes
- 1 puerro
- 1 patata pequeña
- 50g de queso de cabra en rulo
- 50g de tomates secos en aceite
- 750ml de caldo de pollo o agua
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra
Preparación
Lava y trocea los calabacines, el puerro (solo la parte blanca) y la patata. En una olla, sofríe el puerro con un poco de aceite de oliva. Añade el calabacín y la patata y sofríe unos minutos.
Cubre con el caldo de pollo o agua y cocina a fuego medio hasta que las verduras estén tiernas. Mientras, pica finamente los tomates secos. Cuando las verduras estén cocidas, retira la olla del fuego, añade el queso de cabra y tritura todo con la batidora de mano hasta que no queden grumos.
Salpimenta al gusto. Sirve la crema caliente o tibia y decora con los tomates secos picados por encima.
4. Crema de Champiñones y Setas con Huevo Escalfado y Trufa
Un plato que parece de alta cocina pero es sorprendentemente fácil de preparar. La intensidad de los champiñones y las setas se funde en una crema rica y sabrosa, y el huevo escalfado aporta una yema líquida que es una auténtica delicia.
El aceite de trufa es el toque final que la convierte en una experiencia gourmet.